EL PROBLEMA «VILA-MATAS» (1)


Jorge Carrión es un joven escritor, crítico literario y profesor universitario de Literatura Contemporánea. Enrique Vila-Matas, igualmente escritor y crítico literario, probablemente no necesita presentación.

El consagrado Vila-Matas critica, sin mencionarle, al joven Carrión.
Jorge Carrión reflexiona al respecto en una serie de artículos publicados en su blog que, tal cual, son reproducidos aquí.

¡Lean, amigos, y juzguen ustedes mismos!


Estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de que exista un diálogo cultural. Un diálogo crítico, donde no se escatime el elogio o el aplauso cuando sean justos, pero donde también se pueda y se deba, cuando sea de justicia, puntualizar, argumentar en contra, discutir, criticar. Entiendo que la forma más adecuada y más educada de llevar a cabo esa conversación es mediante la identificación de los interlocutores directos, si éstos existen; es lo que intento hacer siempre: si un artículo o reseña mío, en algún momento, está respondiendo o cuestionando la opinión de alguien, lo digo. Y me gustaría que conmigo hicieran lo mismo.

Por eso me ha llamado mucho la atención que el reseñista del suplemento literario español Babelia y escritor de ficción Enrique Vila-Matas, en su columna de ayer en la edición catalana de El País, se refiera a mí sin decir mi nombre (concretamente a la reseña del último libro de ensayos de Coetzee). De esa manera, el reseñista y escritor participa conscientemente en la dinámica nacional de la ambigüedad, la descalificación, la complicidad, mediante argumentos que no tienen que ver con el ethos sino con el pathos, es decir, que no son éticos, sino patéticos.

Lo que Vila-Matas está censurando en su artículo es mi derecho a someter a un análisis crítico la obra de cualquier escritor, sin oponer argumentos de peso a los míos. Y lo que hace al mencionar al “escritor pajarillo” es aludir al artículo de Kiko Amat del miércoles pasado en Cultura/s (La Vanguardia) de forma despectiva, desde una posición de autoridad muy preocupante, porque parece insinuar que si te atreves a criticar su trayectoria él va a utilizar su espacio del domingo para castigarte convenientemente -niño malo, a los mayores sólo se les puede mostrar reverencia.

Voy a utilizar estos días en Florencia, mientras acabo de leer la brillante Tierras de poniente, del propio Coetzee, para tomar apuntes de un ejercicio de “close reading” del artículo vila-matiano, porque su existencia en papel y en la red invita a analizarlo como problema.

Jorge Carrión
http://jorgecarrion.com/blog