Todo está preparado: la maleta,
las camisas, los mapas, la fatua esperanza.
Me estoy quitando el polvo de los párpados.
Me he puesto en la solapa
la rosa de los vientos.
Todo está a punto: el mar, el aire, el atlas.
Sólo me falta el cuándo,
el adónde, un cuaderno de bitácora,
cartas de marear, vientos propicios,
valor y alguien que sepa
quererme como no me quiero yo.
El barco que no existe, la mirada,
los peligros, las manos del asombro,
el hilo umbilical del horizonte
que subraya estos versos suspensivos…
Todo está preparado: en serio, en vano.
[Juan Vicente Piqueras«La latitud de los caballos»
Poesía Hiperión, Barcelona, 1999.]
En el día de hoy tuve la oportunidad de compartir con el maestro Piqueras un rato de conversación en vísperas del Festival Internacional de Poesía en Medellín [Colombia], poca había leído de él, y nunca había contemplado este poema hasta hoy, es uno de los mejores que he escuchado, por un momento me sentí en un concierto de Joaquín Sabina, mientras el poema era recitado, una obra de arte genial, un gran maestro, un lema para una vida que nunca acaba de comenzar su viaje…
Lo escuché por primera vez en uno de los recitales del Festival de Poesía de Medellín y quedé desconectada de todo por un instante. Qué maravilla!, maestro Piqueras, Qué aire nuevo le da Usted a la poesía!. Qué manera de mover esas fibras más profundas y sensibles que la sensibilidad misma! . Gracias por regalarnos su poesía en su propia voz!… simplemente gracias por ser poeta